La ciudad bajo la ciudad

Las paredes del cuarto de Sebastián estaban cubiertas en su totalidad por fotos y posters de autos de carreras y equipos de futbol, pero la cautivante belleza del cuadro que encontró en aquella cúpula en verdad merecía un lugar propio donde ser admirado, así que se deshizo de algunas fotografías y lo colgó en la pared lateral izquierda de su cama, al lado de la puerta. De esta manera sería su primera visión al despertar cada mañana. -Adiós Layo y su tesoro, -sonrió- bueno, al menos nos pagó lo trabajado, un delincuente honesto no se encuentra así como así. –dejó escapar una risita burlona, pero el semblante le cambió al instante al recordar que ya no podría irse de vacaciones a la playa como lo planeó.- Total, ya vendrán otras oportunidades… Estaba realmente agotado, apagó la luz y se quedó dormido de manera inmediata. No alcanzó a darse cuenta que su preciado cuadro cobró vida, las siluetas comenzaron una extraña danza, y el amenazador color naranja se encendió tal cua...