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Mostrando las entradas de septiembre, 2011

No sabes cual sera su cruz

VI Nora ya tenía acomodados la mayoría de sus libros en el estante que escogió para ello; su título profesional y la foto de generación lucían colgados de una pared, ambos en marcos dorados. Nelly observaba aquella foto, su mirada se clavó primero en Nora, que sonreía contenta, luego recorrió a cada uno de los miembros del grupo. -Los conoces a todos, fueron tus compañeros, lamentablemente tu no pudiste estar en esa foto, Leonela Galván. Nelly se volvió sobresaltada, no la escuchó al entrar, la gastada alfombra amortiguaba el sonido de los pasos. -Disculpe abogada, no la escuché llegar. -Lo sé, pero me alegra encontrarte aquí, mi esposo llegará dentro de una hora, un muy buen tiempo para que conversemos. -Usted dirá en que puedo ayudarle.- es circunstancias diferentes ambas sabían que Leonela jamás hubiera prestado cooperación con Nora, pero aquella entendía que la ruleta de la vida la colocó en una posición en que su ex compañera ahora le daba órdenes y ella no tenía otro reme...

No sabes cual sera su cruz

V Nora sentía infinita nostalgia y casi creyó volver el tiempo atrás al estar de nuevo en aquella oficina, cuando ni de broma imaginó que sería socia de la empresa, ni mucho menos se veía casada con el dueño. Todo continuaba igual que el primer día que llegó: las sillas de visita, la gastada alfombra en color gris, los reconocimientos de Diego colgando de la pared, el escritorio y el equipo de cómputo que formaron su equipo de trabajo. Que recuerdos tan agradables despertaba en ella aquel lugar. -Conservas todo igual que cuando yo llegué a trabajar aquí, -comentó al momento de reunirse con Diego en el privado de éste- dime, ¿se porque te trae los mismos recuerdos que a mí? –su tono de voz sonaba divertido. -Más que nada es por economía de la empresa. -la sonrisa se borró del rostro de Nora- Solicité un presupuesto para adquirir mobiliario nuevo para la recepción, pero me sale más barato conservarla como está. –miró a Nora durante unos segundos y luego dejó escapar sea risa sana tan ...

No sabes cual sera su cruz

IV Pasaron tres años antes de que las angustias e incertidumbres de Nora se desvanecieran y aceptara formalizar legalmente su unión con Diego. Dentro de poco un hijo vendría a darle un sentido muy diferente a su vida. Nuevamente se equivocó respecto de Diego: éste tenía dos hijos con su primera esposa, dedujo que decirle que ella esperaba a su tercer retoño no le causaría gran emoción, quizá ni siquiera le agradara, pero contrario a lo que esperaba, Diego se emocionó tanto como si se tratase del primer hijo. Y tomó la decisión de cambiar el departamento donde vivían por una casa más grande. -Vamos Nora, podemos pagarla, el departamento es pequeño y la familia va en aumento; el espacio será insuficiente. A regañadientes Nora aceptó. Reconoció que Diego tenía razón. No había espacio disponible para el nuevo miembro de la familia. -Y otra cosa Nora -su tono solemne la intrigó- voy a buscar otra asistente para que me ayude en la oficina. Quiero que estés tranquila en esta etapa de t...

No sabes cual sera su cruz

III La intimidad con Diego fue más placentera de o que esperaba. Imaginó, erróneamente, por supuesto, que por tratarse de un hombre ya acostumbrado al placer carnal se mostraría ansioso por poseerla, mostrándose grosero y vulgar durante los momentos íntimos. Para su sorpresa se comportó de lo más tierno, acariciándola como si su cuerpo fuera una delicada figurilla de cristal que cuidaba y trataba con esmero para que no se le quebrase. La primera experiencia sexual con él fue sencillamente deliciosa. Nora temía que después de aquella entrega Diego se mostrara frío y distante, después de todo ya había obtenido de ella lo que le interesaba, más al contrario, estaba más apegado a ella; le propuso que vivieran juntos y al principio Nora se negó, lo que menos deseaba era que su relación se desmoronara antes de empezar. Pero al darse cuenta de cuanto lo extrañaba porque se acostumbró a él, aceptó mudarse al departamento donde vivía su amado, haciendo caso omiso, pero al mismo tiempo sintiend...

No sabes cual sera su cruz

II A partir de ese día, Nora tuvo que aprender a sobrellevar e ignorar las miradas llenas de reproche y resentimiento de Edgar, los comentarios mordaces de éste y su amiga para con ella; el resto de sus compañeros nunca tocaron el tema de la abrupta y repentina separación de Edgar ni de su encuentro “amistoso” con Leonela. Aún y con todos esos inconvenientes, llegaron cosas buenas para Nora, quien luego de dos largos meses de permanecer desempleada, angustiada por no contar con un ingreso para subsistir y agotando sus ahorros, por fin comenzó a laborar en una pequeña constructora cuyo personal administrativo solo ascendía a dos personas: el arquitecto Diego Quiroz y ella, Nora. El trabajo era muy sencillo, nada que Nora en sus 17 años como asistente no supiera dominar o resolver; el sueldo era bueno y Diego era casi de su edad, por lo que desde el inicio su relación laboral marchó a las mil maravillas. Repentinamente, algo comenzó a inquietar a Nora: la presencia del arquitecto...

No sabes cual sera su cruz

I -Mira bonita, no te angusties, todas las cosas suceden por algo. Ese hombre no es para ti, y si logras que se quede contigo te lamentarás de tu error… Todavía resonaban en los oídos de Nora las palabras de la gitana; las llevaba grabadas como tatuaje. Habían transcurrido varios años desde aquel incidente bochornoso en los pasillos de la facultad, ¿peleando que? Nada. La respuesta era NADA!. Cuando conoció a Edgar, Nora tenía siete años de haber terminado la que fuera su última relación amorosa; sentíase sola a pesar de que contaba con muchos amigos quienes realmente se interesaban por ella, y convencida que el tiempo ya no estaba a su favor. Edgar Díaz, con sus aires de hombre íntegro y leal vino a llenar el vacío que existía en el corazón de la mujer. -Somos afines en cuanto a forma de pensar y de sentir, además somos del mismo signo zodiacal. Me gusta este hombre, modestia aparte es tan guapo… Fueron compañeros de clase, amigos, confidentes. Nora, sin hacerlo del conocimi...