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Mostrando las entradas de abril, 2011

Privadas del Paraiso

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Aquel masaje anti estrés que Gladys practicó en la espalda de Bernardo encendió la llama del deseo entre ambos. Pasaron toda la tarde dando rienda suelta a su pasión. Los sorprendió darse cuenta de que la llama del amor estaba viva, e incluso ardía con más intensidad que antes. A pesar de que frente al mundo eran dos desconocidos, a escondidas, en su intimidad, volvían a ser Gladys y Ernesto, aquella pareja enamorada que frente a Dios prometió amarse y llegar juntos al final del camino. La pareja a quien el infame destino no pudo destruir ni separar, dos seres que siendo uno solo renacieron de las cenizas, de la nada, siendo incluso más fuertes que antes. Exhaustos, el sueño los venció durante algún rato. Despertaron abrazados, sin pronunciar palabra, solo disfrutando de la cercanía del otro, acariciándose para comprobar la realidad. -Después de todo fue una magnífica idea permitir que Daniela salga de casa por algunas horas, así nosotros podemos disfrutar sin temores nuestro amor. –Be...

Privadas del Paraiso

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Si bien Bernardo la “protegía” demasiado y no le permitía salir por temor de que le ocurriese algún inconveniente en la calle, al menos no le impedía que recibiera visitas. El día anterior recibió a dos de sus auxiliares de la peluquería; fue puesta al tanto de los chismes de los clientes, merendaron, rieron, Daniela no deseaba que el reloj avanzara, hacía ya buen tiempo que no la pasaba tan bien entre amigos. Le llevaron sendos presentes para el futuro bebé, cosa que Daniela agradeció en el momento, pero más tarde, sin emoción alguna, fue a depositarlos en el cuarto que Bernardo mandó arreglar para el niño. Casi podría decirse que con el asco reflejado en el rostro se acarició la barriga. -No te siento bebé, sé que no soy estéril, y tuve intimidad con tu padre, por lo que sé que eres hijo mío. No soy tan fría como la mayor parte de la gente me tiene catalogada, algún sentimiento debo tener hacia ti porque eres parte de mi sangre y de mi carne, pero no siento nada. Perdóname pequeño. E...

Privadas del Paraiso

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El doctor Bernardo decidió cancelar todas sus consultas programadas para ese día. La última semana no hubo sido satisfactoria para él: uno de sus pacientes tuvo una reacción a cierto medicamento e insistió en que se le cambiara éste por otro que aseguró le daba mejores resultados, el doctor se negó argumentando que él era el experto en medicina, cosa que no fue del agrado del enfermo y ahora enfrentaba una demanda por negligencia médica, y quizá tal vez otra por despido injustificado por parte de una asistente médica con la cual ya no estaba a gusto con su trabajo pero no llegaron a ningún acuerdo económico para dar por terminada la relación laboral. Y aquella llamada de su esposa lo inquietó. El desasosiego y el temor hicieron presa de él impidiendo que pudiera centrarse en sus asuntos. -Ella lo sabe. Te espero en casa para tomar el café. Una triste e irónica sonrisa apareció en su rostro. -Darío, esto debe ser obra tuya. Daniela es una pazguata con cerebro tan pequeñito que por si so...

Un niño especial

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El insistente sonido del despertador la obligó a abrir los ojos. Las 5:00 de la madrugada, hora de levantarse aunque todavía quedaban en su cuerpo rastros de cansancio. La ducha fría la volvió a la realidad. Se arregló con esmero, su vestimenta de ese día era una falda recta en color rojo combinada con una camiseta en color blanco, impecablemente limpias y planchadas, el cabello recogido en una sencilla coleta, unas pequeñas perlas adornaban sus orejas. Entró a la cocina, desde la noche anterior dejó listos los alimentos que les cocinaría a los niños para almorzar antes de llevarlos a la escuela. Se entregó a la tarea de freír el tocino y los huevos mientras el microondas le avisaba con la alarma que ya estaba la leche caliente. Sirvió ésta en sendos vasos, enseguida puso en sus respectivos platos los huevos con tocino. Vió el reloj: 6:30 a.m. Se dirigió a la recámara de los niños. -Luis, Dany, hora de levantarse. Todavía con sueño los niños obedecen, Luis se viste solo mientras ella a...