Sentimientos que matan
Me despierto, no quiero levantarme aún. Me siento cansada, fastidiada, pienso que es otro día más de encierro. Como laboro por mi cuenta, ahorita ya estoy terminando todas las gestiones que me fueron encomendadas. Descanso forzoso. Viene a mi mente Blanca, una de mis tantas amigas, y sin motivo aparente, comienzo a sentir un tremendo coraje contra ella, contra otra de mis amigas, Miriam, y también contra mis hermanas, Soledad y Ester. Soledad. Su vida gira en torno a 6 perros, animalitos que literalmente “chupan” su sueldo: comida, juguetes, vacunas, estética canina… ¿Y la casa? Bien, gracias, cayéndose por falta de mantenimiento. En realidad, cuando nos mudamos a esta nueva casa, creí que todo iría mejor en cuanto a comodidad, pero con tristeza veo que me equivoqué. Se está convirtiendo en una versión más joven de la casa paterna: las cosas mal calculadas, adecuaciones mal hechas, reparaciones dejadas a medias “para después”, ese después que nunca llega, fugas de agua en...