La oscuridad de los sueños rotos


 






Pensamientos laberínticos 

No hay lugar para cometer errores. A esas fechas, ha cumplido su objetivo de ver debilitada a Edith, las vueltas para llevar comestibles, que antes eran continuas, cada 3 días durante los primeros quince días, se ha ido espaciando hasta quedar en una visita a la semana. Entre su trabajo en el hospital, atender sus asuntos personales y las visitas a Mara, apenas ha tenido tiempo para visitar el huerto de Lucía. El cansancio ha comenzado a cobrarle cuota, ya lo tenía contemplado, sabía que tanto ir y venir le resultaría estresante; es justo el momento de terminar con ese asunto. El momento ha llegado ya. 

* * * * * 

Sombra saca algo del bolsillo de su abrigo, lo observa unos instantes antes de ponerlo frente a la mujer. Mientras ella entiende lo que es, da media vuelta y sale de la habitación.  Le dará la oportunidad de digerir su encierro.

* * * * * 

Sollozos ahogados al principio, luego lamentos a viva voz... sostiene en su mano la fotografía de Darío, el pensar que su secreto no es tan secreto, la llena de pánico. Pánico de pagar su deuda frente a la sociedad, el temor de quedar al descubierto como una vulgar asesina ante su familia, dando la razón a esa madre que siempre criticó su forma de ser, la incertidumbre del qué dirán sus amigos.       
-Alguien sabe lo ocurrido, no es posible...no había nadie en casa esa noche. -Su mente comienza a recapitular atrás en el tiempo. 

                                                                                                                                         Continuará...

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