El Todopoderoso

-Ya voy, ya voy…- los fuertes golpes en la puerta y las desconocidas voces que a gritos lo llaman por su nombre lo sacan de su espeso sueño. Se incorpora con dificultad, la resaca ha dejado huella en su cuerpo.- No lo dejan dormir a uno, hombre…-la somnolencia lo acompaña hasta la puerta de entrada, apenas abre y varios hombres se abalanzan sobre él, logrando derribarlo pesadamente al suelo, se cubre la cara con los brazos para protegerse de la lluvia de patadas que cae sobre sus piernas y estómago. Grita que paren, pero su voz apenas es un murmullo que con dolor sale de sus labios. * * * * * Por fin abre los ojos. Intenta reconocer el lugar donde está, paredes oscuras pintarrajeadas con colores chillones, palabras escritas con letras enormes y acompañadas por dibujos obscenos. Y como pesticida que llena el aire, un ...