¿Error u horror?

 

Tarde de verano, 2023

Camino por los oscuros callejones de mi vida.

Frío, niebla, llovizna fina que siento como alfileres en mi piel.

Pleno y caluroso verano, pero eterno invierno en mi interior.

Hielo que quema, que adormece mis sentidos y recuerdos.

Mis pasos resuenan sobre el adoquín de una calle desierta. 

Camino en soledad, ha cesado el bullicio de tus palabras

contradiciendo mis ideas.

No hay farolas para iluminar la senda

Que me lleve de regreso a mis sueños perdidos.

 

 

La verdad en su máxima expresión

Indescifrable, es la palabra que describe mejor la expresión de su rostro. Nadie, ni por asomo, imagina qué sentimiento o emoción navega mar adentro por su alma atormentada. No es algo agradable el haber acudido al hospital donde yace inconsciente la mujer con quien comparte su vida. Menos agradable es saber que terminó hospitalizada por un incidente aún no aclarado: la encontraron en un hotelucho de mala muerte, desnuda; alguien notó la puerta de la habitación de par en par, entró y vio a la mujer con los ojos muy abiertos, sin movimiento alguno, por lo que decidió llamar a los cuerpos de auxilio para evitar problemas mayores. Observa y envidia la serenidad que emana de ese rostro, maldijo para sus adentros el verla allí tendida, indefensa, siendo tratada como víctima, cuando solo Dios sabe cuál es la realidad que envuelve la situación. Más el golpe más fuerte es a su ego: imagina las habladurías a sus espaldas, "mira, la pareja de diez, pues ni tan de diez, son más de 20 años de diferencia" "la verdad, la jovencita tenía que buscar quien le llenara el vacío (risillas burlonas) que un tipo de más de 50 ya no puede llenar". 

Sus pensamientos son interrumpidos por la enfermera en turno, en silencio deja su cuaderno metálico a los pies de la mujer enferma, con delicadeza toma sus signos vitales, alguien le llama. Sale a toda prisa olvidando el cuaderno. Repara en él, sin perder tiempo lo abre, aquellos términos...está seguro de haberlos leído antes, pero no recuerda donde... Extrae el celular del bolsillo, rápido, captura la primera imagen del diagnóstico, le da vuelta a la hoja y captura los últimos renglones escritos. Justo antes de que entre de nuevo la enfermera. 

 

El trabajo ocupa su tiempo y su atención. Hay un trámite que asesora en secreto, por existir conflicto de intereses, por lo que al escuchar que alguien se dirige a su oficina, esconde el expediente entre la pila de documentos que tiene en el escritorio. Deja vú. El recuerdo se presenta ante él, nítido, claro. 

-Eso es... Recuerda, recuerda, -con la palma de la mano se da ligeros golpes en la frente, queriendo obligar a los recuerdos a fluir con rapidez- Eso pasó hace apenas unos meses...-la imagen de esa mañana ya casi olvidada, inyecta a su cuerpo de una deliciosa adrenalina.- A ver, a ver, ¿en qué asuntos trabajaba yo en ese momento? ¿qué documentos tenía sobre mi escritorio?

Regresa a su sillón, toma su agenda y busca la fecha que inició su agonía. La claridad inunda el pasado, las carpetas que busca están guardadas en cajas de cartón, alineadas en la pared a su izquierda. Extrae una por una y las hojea. La derrota acude a él cuando no encuentra en ellas su objetivo. 

-Estoy seguro que guardé ese documento en alguna de ellas, -se pasa el antebrazo por la frente, secando con la tela de su camisa las gotas de sudor.- O quizá alguien más lo encontró y... -su voz interior calló, regalando un momento de quietud a esa alma torturada en sus emociones. pasea la mirada de un punto a otro, recapitulando sus movimientos de ese día. un fajo de carpetas color beige, sujetas con una liga, descansan en el entrepaño medio del librero contra el cual alguna vez “tropezó” Janet. con torpeza las libera de su amarre. Lo que busca lo encuentra en la cuarta carpeta. 

Dr. Carlos Valadez

Paciente: JLA

Datos generales

Motivo de consulta: Caso clínico de Epilepsia

• Paciente: JLA

• Edad: 21 años.

• Sexo: femenino.

• Lugar de nacimiento: Estado del sur de México.

• Religión: católica.

• Escolaridad: Licenciatura.

• Referida por: Neurólogo.

Descripción del paciente: Mujer de 21 años sin enfermedades previas conocidas. Acude a urgencias por presentar una crisis epiléptica tónico-clónica generalizada.

Historia de la enfermedad, anamnesis: La paciente refiere haber presentado varios episodios similares en el pasado, muchos de ellos desencadenados por falta o alteraciones del sueño y estrés emocional. El inicio suele ser un aura sensorial seguido por pérdida completa del conocimiento durante aproximadamente 2-3 minutos antes de que inicie la fase clónica (contracciones musculares) posteriormente perdura unos minutos más hasta retornar al estado consciente otra vez.

Se recomienda realizar estudios complementarios como EEG e IMR cerebral para caracterizar los tipos específicos graves frecuentes al mismo tiempo llevar a cabo un trabajo multidisciplinario con otros especialistas tales como psiquiatras, neurólogos y cardiólogos actuales.

 

Con manos temblorosas aún, marca el número telefónico del hospital donde se atiende la misteriosa JLA. Los latidos de su corazón se aceleran. En un momento más sabrá a quién pertenece ese diagnóstico.

-Señorita, disculpe, ¿puede comunicarme con el Dr. Carlos Valadez? Soy el esposo de una paciente suya, sí… con gusto… las iniciales son JLA. Sí, sí, entiendo y disculpe, ella se llama Juliana Luján Ávila. -tiene la impresión de que las palabras se le pegan en la lengua, y que la lengua se le pega al paladar, desea, necesita un trago de agua para que las palabras fluyan.

Escucha del otro lado de la línea el apresurado pasar de hojas y el sonido de las teclas. Por fin le dan la respuesta.

-Desde hace ocho meses que interrumpió la consulta… no llegó a realizarse los estudios complementarios que le ordenó el neurólogo… Sí, por supuesto, yo mismo la acompañaré a la consulta y a los estudios. Le agradezco su tiempo…

Ya no hubo dudas: no se trata de Janet.

Nunca se trató de ella.

El dique que retenía sus lágrimas se ha roto. La barrera que en su momento construyó con amargura, ira, y solo Dios sabe con cuantas otras emociones negativas más, se hubo desmoronado. Las deja correr sin más. Ya no hay manera de contenerlas.

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Un momento tardío

 Al otro lado del Atlántico

Me comunico por teléfono

Contesta si al oír mi voz

Intentas descubrir quién soy

Saber de ti me anima el corazón

 

Al otro lado del Atlántico

Yo sé que igual te tiembla el corazón

Daria cualquier cosa hoy

Por encontrar entre los dos

Que el tiempo no ha vencido a nuestro amor

 

Jamás olvides que te necesito

Aquí conmigo

Jamás olvides que nunca me rindo

 

Un día estaremos al fin unidos

Al salir el sol

Al fin del arcoíris

Junto al fogón me contaras

Que sucedió

Mientras no estaba yo…

(Juan Santana Atlántico)

2:00 a.m. El vibrador de su móvil parece el zumbido de un insecto. Intenta dejarlo pasar, fingir que duerme, pero el aparato se niega a pasar desapercibido. Adormilada aún, mira el número y sabe que es él quien llama. Vuelve la mirada hacia el hombre que yace en profundo sueño a su lado, aunque se trata de una simple llamada, siente que lo traiciona. Se levanta tratando de no provocar que Samuel despierte, se lleva su insecto electrónico con ella y se encierra en la habitación que ambos usan como oficina. Se sienta en el cómodo sofá que hay a su lado derecho, frente al escritorio. 

-¿No te has dado cuenta que son las 2 de la madrugada? ¿En qué estás pensando? ¿No temes que tu esposa te sorprenda hablando con una mujer que no es ella?

-Perdí la noción del tiempo, a decir verdad, me importa casi nada... y en qué estoy pensando... te diré que en ti, en nosotros, en lo que pudo ser...y en cuanto extraño esos días que compartimos...

Silencio.  

-Y en cuanto a tu tercera pregunta la respuesta es no. No temo que ella me escuche, de hecho ni siquiera sé cuándo despertará...

La preocupación brota en el estómago de Janet, subiendo hasta su garganta, provocando que su voz sea un susurro apenas audible.

-¿Que tontería hiciste, pedazo de carne? -La ira y la angustia mezcladas en igual proporción. En ese justo momento, Janet cae en cuenta que no soportaría ver a quien consideró mucho tiempo su amigo metido en problemas. Y mucho menos del tipo legal.- ¿Qué quieres decir con que "no sabes si despertará"?

Enrique deja escapar una risilla, Janet percibe el sarcasmo en ella. 

-No fui yo, créeme. La muy… -los engranajes de su mente se mueven con rapidez buscando la palabra que mejor describa a la que es su esposa.- lista gozaba al extremo de su cuerpo en compañía de alguien más, y ¡zas! quedó en estado... ¿catatónico? -más que una afirmación, era una pregunta. Janet espera a que su interlocutor prosiga- Ayer la encontraron en un hotel de paso, desnuda, con restos de semen, que no es mío, -remarca estas últimas palabras- en su vagina... Hasta este momento no ha despertado. 

La llamada de Enrique, su confidencia, la ha tomado por sorpresa. Desde que sus caminos dejaron de abrazarse, ella dio por hecho que nunca se volverían a encontrar. 

-Enrique... lamento lo que estás pasando, pero no veo cómo puedo ayudarte.

-Escuchándome. -El silencio se hizo presente. No un silencio pesado, tenso; sino uno lleno de calma profunda, un estado emocional que trae consigo el sosiego de los pensamientos y del corazón, y que los une en una armonía interior.- Cierta vez, me pediste saber el por qué de mi distanciamiento contigo. -Silencio antes de continuar.- Pues bien, este es el momento de que lo sepas.

                                                                                                                  Continuará…

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