Pensamientos
Ya con todo listo:
maleta, según yo, cargo lo más indispensable para dos días, bueno, realmente es
uno, si tenemos en cuenta que medio día del viernes es solo de ida, llegando
alrededor de las 12 del día y hasta la hora del sueño. Luego, el sábado, sí se
aprovecha todo el día. El domingo solo alcanzamos a almorzar y luego la salida
para llegar a nuestro hogar pasadas las 2 de la tarde. Entonces, solo es un
día. Pero la idea del viaje por carretera me hace salir un poco de mi honda
rutina, imagino el aire fresco rozando mi rostro, la carretera solitaria
mostrando un paisaje árido.
¡Me emociona! Solo
una nubecilla se atraviesa en mi pensamiento: oigo su maullido, le dejo la
suficiente comida y agua para esas horas en que no me verá. Sé que no saldrá de
casa, pero aun así el asunto no deja de inquietarme.
Estoy a punto de
echar para atrás en mi tan ansiado viaje. No. No soy una mala cuidadora de
animalitos, pero yo también necesito un cambio de aire, aunque sea unas pocas
horas.
Me dispongo a
acostarme, mañana habrá que madrugar. Sueño, y en el sueño veo a alguien que
camina entre nebulosa, al tiempo que grita con voz lastimera “¿Quién cuidará de
mi gato?”
Obra bajo Licencia Creative Commons
Attribution-NonCommercial-NoDerivatives
4.0 International License
Comentarios
Publicar un comentario
Tus comentarios son bien recibidos. Nos leemos pronto!!!