Por si te sirve de algo...
Se ha presentado candidato para Decano universitario.
Cumple con los requisitos y considera que ya es tiempo de dejar de ser un
simple maestro. Los últimos semestres han sido insufribles, no por los alumnos,
sino porque sus expectativas profesionales han cambiado.
Decano…
Saborea la palabra con lentitud. Líder de los maestros
que imparten asignaturas. Coordinador, administrador, con libertad de tomar decisiones
financieras con el fin de mejorar el nivel académico de los alumnos y elevar
así el prestigio de su alma mater…
Una voz justo en la entrada de su oficina rompe sus
cavilaciones. De inmediato dirige la mirada hacia la puerta, repara en que no corrió
el seguro, “pero que bruto soy, ¿¿¿en qué
estoy pensando???”, se reprocha en un susurro. El estómago se le encoge a causa
del miedo de que alguien entre de improviso a su cubículo. Ni siquiera sopesó esa
posibilidad, ocupado como estaba trazando mapas que lo conducen, en su mente, claro
está, a su cumbre profesional.
-Pásate por mi oficina a eso de las 5:00 pm, ¿puedes?
Así revisamos la carpeta y la complementamos con la nueva información…
La voz se aleja. Serena de los Santos. Que de serena
engaña con la apariencia y carece, a su juicio, de todas las cualidades espirituales
que poseen los santos. Para su fortuna pasa de largo y esto provoca que una débil
sonrisa aparezca en su rostro. Serena y él fueron compañeros en el transcurso
de la carrera universitaria. Compitiendo entre sí por las notas más altas,
tanto en los promedios mensuales como en los finales; compitiendo incluso por
la simpatía de sus maestros. Cada uno siguió caminos diferentes después de
graduarse, momento en que Serena se va a casa llevándose el premio doble
platino: su pomposo título y la mención de honor al mérito académico. Él solo su
título, graduado con muchas penurias y cero pizca de gloria.
Más la vida, con sus extraños entresijos, hizo que los
caminos de aquellos dos personajes de nueva cuenta se abrazaran, al impartir
cátedra en la misma institución universitaria. Serena ingresó a la plantilla
universitaria un año antes que Federico respondiera a una vacante para quedarse
definitivamente con la plaza. El currículum profesional de cada uno es fructífero,
y para no desentonar en cuanto su competencia estudiantil, los dos se
postularon para decanos. ¡¡¡Vaya broma!!!
-Ahora ya no somos estudiantes, nuestra posición ahora
es diferente que hace 10 años atrás. Lo que está en juego no es una simple
calificación, son intereses laborales y financieros más complejos, y estoy
dispuesto a apostar por todo. Y a ganar esta vez.
Acaricia con las puntas de los dedos el sobre.
-En mis manos tengo justo ahora el arma con la que esta
vez saldré vencedor, Serena de los Santos…
Continuará...
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