Nostalgia

Flor en escalera
Cortesía de la galería personal de la autora

Tú, mi sueño no logrado,

dulce nostalgia de días que no volverán.

 

Entre tanta gente siento asfixiarme,

mis ojos te buscan sin encontrarte,

salgo a la frescura del cielo abierto, tengo frío,

el manto oscuro de la noche luce cubierto de estrellas.

 

En medio del jardín estás tú,

me acerco y pregunto ¿qué haces?

observo las estrellas, fue la respuesta,

te volviste a mí para decirme que es una hermosa noche;

tu mirada volvió a perderse en la galaxia celeste.

Yo apenas soy una sombra más en la escenografía mundana.

 

Mis labios, temblorosos, quieren decirte tantas cosas

que antes no encontré el momento ideal para conversar.

Decido callar, ahora tampoco es el momento para hablar.

 

El tiempo no perdona, no se detiene,

avanza arrastrando con él las últimas horas de un camino

que está a punto de dividirse en dos. 

 

Termina la fiesta y cada quien marcha a su casa,

en el camino una mezcla de desesperación, tristeza y pérdida

casi provoca que grite lo que tanto tiempo ha permanecido callado;

no, tampoco es el momento, estás ajeno a mí, inmerso en tu mundo.

 

Dentro de unas horas seremos de nuevo dos extraños,

dos personas ajenas el uno al otro que atravesamos la misma senda

apenas dejando una débil huella.

 

Amigos.

Solo eso.

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