Errores de Juventud


La distancia y el tiempo (quince años) no fueron obstáculo para que Elida desapareciera del mapa de su venganza. Aún y con el kilometraje recorrido al máximo, la muy zorra se casó de blanco, con un tipo proveniente de una familia conservadora y puritana, dueña de una posición económica más que holgada. Su vida es descrita con lujo de detalle en su página social.
Elida, Elida, -deja escapar el nombre con un tono de burla.- nunca se te quitó lo presumida. ¿O debo decir lo estúpida? –carcajadas.
Sigue con interés cada capítulo de la telenovela Elida. Un comentario atrae su atención.
“Hoy el médico me dio una noticia buena y no tan buena. Estoy esperando un hijo, pero es un embarazo de alto riesgo. Debo cuidarme en extremo si quiero que este bebé se logre.”.
Una respuesta malintencionada puede leerse a continuación:
“Pues entonces cuídate amiguita. Perder ese bebé significa decirle adiós a la herencia $$$$ de los suegros, y en un descuido hasta Emilio se va. Con eso de que él ya está impaciente por convertirse en padre…”
La ironía flota en aquella frase. Salida de las manos de una dizque “amiga” de Elida.
Su plan comienza a tomar forma. Las herramientas están sobre la mesa. Ahora es cuestión de planear y buscar la oportunidad.

Continuará…

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